Un reto para la nueva era
La modernización, las comunicaciones y la innovación son hoy una realidad y una
parte integral de nuestra vida diaria en la oficina de la FCI. En respuesta a las
muchas solicitudes que nos llegan diariamente desde cualquier parte del mundo, suministramos
información y tratamos de ofrecer los mejores servicios posibles a nuestros países
miembros y al mundo de las actividades organizadas relacionadas con los perros.
De hecho, nos esforzamos continuamente por conseguir la excelencia.
De repente el mundo se ha vuelto global en muchos aspectos y todos sentimos la necesidad
de estar en contacto total e inmediato en cualquier momento.
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Carla Molinari
Tesorera de la FCI
Campeonatos europeos – cacería con señuelo, Halbinsel Pouch (DE), 22 y 23 de junio
Este año, el campeonato nos llevó a Alemania, a la peninsular Pouch, cerca de Bitterfeld.
Solo unos días antes, amplias zonas de esta región habían sufrido inundaciones.
Por suerte, el terreno para el evento de cacería con señuelo no se vio afectado.
El paisaje es el objeto artístico natural más grande del mundo, y también es el
lugar donde todos los años se celebra un festival de música. Hubo espacio más que
suficiente para 4 campos y un terreno de camping. Fue una pena que toda la zona
estuviera llena de cristales rotos. Los miembros del club organizador, el club de
carreras de Lebreles de Greppin, con ayuda de otros entusiastas, tardaron bastante
tiempo en limpiar al menos los campos de cacería y retirar los cientos de fragmentos
de cristal. Participaron un total de 807 perros, de los cuales 326 debían competir
el primer día en 3 campos. El campo número 1 era el más diverso, con un montón de
curvas y dificultades que exigían una gran resistencia. El segundo campo empezaba
con una larga línea recta que giraba a la derecha justo antes de una enorme colina.
Los perros que elegían la dirección errónea solían perder el señuelo hasta el final
de la carrera y quedaban eliminados para el resto del día. Muchas cuestas, césped
alto y arbustos formaban parte del campo número 3. Los perros debían ser muy inteligentes
y ágiles para poder seguir el señuelo. El más pequeño error o falta de velocidad
para mantener el ritmo del competidor resultaba en la pérdida del señuelo. Ante
el temor de que los 480 perros no pudieran acabar el segundo día, la organización
decidió añadir un cuarto campo y acortar la distancia del campo 1. Comparado con
los otros, el campo número 4 era bastante predecible y sencillo. Cabe señalar que
para las razas resistentes, como el Podenco ibicenco, el Saluki y algunas otras,
la mayor parte de los campos no fueron demasiado largos. Dudo si la mayoría de ellos
alcanzaron siquiera el mínimo de 800 metros, lo que decepcionó a muchos.
© Marc Goetstouwers
Galgo español
Para los amantes de las estadísticas, la mayor participación fue la de Alemania
con 159 perros, y la menor fue la de Rumanía con solo un Whippet en competición.
Las razas con mayor número de participantes fueron el Whippet con un total de 152
perros, seguida del Saluki con 112 perros en total. El Podenco canario fue la raza
con menor representación, aunque sus 6 representantes fueron más que los que pudimos
ver en cualquier ECC los últimos años. Aunque algunos afirman que la cacería con
señuelo es un deporte de jurado, se pueden ver, también en las razas grandes, muchos
perros entre los 10 mejores que también lo fueron el año anterior. Sin duda, esta
es la prueba de que el talento siempre sale a la superficie y de que los jueces
tienen buen ojo para detectarlo. Enhorabuena a los organizadores y a sus muchos
ayudantes, incluso de países vecinos; todo marchó sobre ruedas, casi a la perfección.
© Marc Goetstouwers
Whippet
Hay que tener en cuenta que estos campeonatos comenzaron a celebrarse en 2002 con
una participación de 400 perros, y que casi se duplicó en 2013, por lo que no podemos
sino preguntarnos si en el futuro este evento seguirá siendo viable. Sin duda, la
Comisión de Carreras de Lebreles de la FCI y su nuevo presidente, Hubert Iser, encontrarán
una solución innovadora y adecuada al creciente interés por este maravilloso deporte.
© Marc Goetstouwers
Lebrel afgano
Bettina Fredrix